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La Caza Deportiva y el Turismo

 

En momentos difíciles siempre se ha citado como ejemplo el de dos países de habla hispana, México y España, por haber desarrollado con éxito la industria turística, esta "industria sin chimeneas" que los provee de abundantes divisas extranjeras.

Es claro que ambos tienen ventajas estratégicas y geográficas, mientras que la Argentina está en un confín alejado.

Sin embargo tras la "era de la globalización" las distancias ya no eran tan grandes y por otro lado, los argentinos habíamos experimentado en carne propia como el aislamiento producía el estancamiento y el retroceso relativo con respecto a ciertos países a los que antes les llevábamos la delantera.

Por lo que a pesar de estar alejados de los grandes centros mundiales, empezamos a descubrir que teníamos rubros atractivos, quizás no para el turismo "masivo", pero sí para uno más especializado compuesto de gente que ansiaba conocer los lugares y practicar actividades algo más especiales.

Nuestra gran diversidad geográfica nos permitía exhibir, valorizándolos, majestuosos escenarios naturales desde la Antártida, las montañas y los lagos del sur hasta las bellezas de nuestras zonas sub-tropicales como las Cataratas del Iguazú y las ruinas jesuíticas, sin olvidar la tradición de nuestras áreas coloniales del Centro y Noroeste pasando por la inmensidad del desierto patagónico .

Los extranjeros llegaban así a estos lugares aún antes que muchos argentinos y nuestra precaria infraestructura gradualmente han ido progresando para recibir a propios y extraños.

El andinismo, el "trekking", el esquí, el turismo de aventura, la pesca deportiva de alta calidad (en el sur y en el norte) mundialmente apreciada, se fueron expandiendo y progresaron hasta que los propios argentinos empezamos a asombrarnos de estas riquezas que antes no estaban a la vista sino de unos pocos y que ahora se desarrollan y proporcionan ocupación y trabajo en zonas alejadas, a menudo pobres, instalándose en ellas nuevas actividades económicas y sociales.

La Caza Deportiva, que siempre existió en nuestro país quizás en forma algo individual y no demasiado organizada, no pudo sustraerse a esta tendencia.

A las especies autóctonas se sumaron las introducidas por esclarecidos pioneros. Estos, lejos de causar un perjuicio como algunas mentalidades de poca visión consideran, abrieron una inmensa posibilidad de atracción por su excelente adaptación a nuestro medio y la calidad lograda con un prudente "manejo sustentable".

Descubrimos así cómo podría promoverse la excelencia de la caza deportiva y ética, con la coordinación de los esfuerzos de las actividades y el sector privado.

También aprendimos cómo el conservacionismo necesita de la caza deportiva organizada y responsable beneficiándose con ella al proporcionarle un valor económico a las especies, que es la mejor forma de protección.

Internacionalmente es común que a la caza deportiva se la llame oficialmente "turismo deportivo", siendo su coordinación tan importante que en muchos países los dos temas están vinculados a través de un Ministerio de Turismo y Vida Silvestre". Hemos citado más de una vez en estas páginas cómo la caza deportiva ha promovido no sólo la protección sino el crecimiento de la fauna silvestre (uno de /os ejemplos más notorios es el ciervo cola blanca en los Estados Unidos, que con una población de apenas 500.000 ejemplares a principios de siglo a través de la caza deportiva organizada aumentó a más de 30.000.000 en la actualidad)

También hemos mencionado más de una vez lo que representa la caza deportiva para países necesitados de recibir el aporte externo. En Sudáfrica ingresan más de 20.000 millones de dólares por año a través de este rubro y en otros países africanos menos adelantados la caza deportiva le está dando a las poblaciones locales la oportunidad de participar en su organización y desenvolvimiento, con lo cual se transforman de depredadores en defensores de la fauna silvestre y se benefician con un nivel de vida más elevado con los recursos que así reciben. Según cifras oficiales, el Turismo de todo tipo le representó a la Argentina en los últimos años un ingreso de alrededor de 3.000 millones de dólares anuales.

Aún considerando que debe haber una importante proporción que no ha sido captada por las estadísticas oficiales, este número es tan bajo en relación a la potencialidad del país que debe servir de estímulo al sector público y al privado para ponerse a la par de las tendencias modernas al respecto. En este sentido, la caza deportiva ya representa un rubro interesante e importante para el Turismo. Sin embargo, su desarrollo futuro, en bien del progreso de las actividades vinculadas y de las áreas remotas del país donde se realizan, debe incentivar para que nuestras autoridades busquen la forma de eliminar toda traba para su desenvolvimiento y crecimiento, superando prejuicios caducos y "aggiornando" las mentalidades de todos para lograr beneficios generales para el país y especiales para la conservación y el manejo sustentable de nuestra Fauna Silvestre.

 

 

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