Acción
del Safari Club Internacional
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El Safari Club
Internacional es la única asociación de su género cuya
acción abarca todo el mundo.
Cuenta con 50 mil asociados
directos y 500 mil afiliados a través de organizaciones que
ostentan ese título. Su sede central se encuentra en la ciudad
de Tucson, Arizona, en los Estados Unidos. A través de ella y de
alrededor de 200 Capítulos distribuidos en los Estados Unidos y
en distintos países, lleva a cabo una fecunda actividad con
presencia en los seis continentes.
El SCI fue fundado en 1972 por
C. J. Mc Elroy, ya fallecido, quien fue su presidente y gran
inspirador durante muchos años. Activo cazador, Mc Elroy tuvo la
visión de crear una organización fuerte y
moderna para defender y difundir los principios de la caza
deportiva y divulgar su estrecha relación con la conservación de
las especies. Su idea fue la de vincular mediante un Club a
todos aquellos hombres y mujeres que compartieran sus principios
y tuvieran su inquietud y entusiasmo para difundirlos en forma
masiva.
Los temas que estableció como
bases de su acción fueron la conservación, la caza deportiva, la
educación de los jóvenes y formadores de opinión, la acción
social y la relación con las autoridades legislativas y
ejecutivas. Mc Elroy, a través del Safari Club Internacional,
comenzó a difundir insistentemente este principio de conexión
entre la caza deportiva y la conservación para asegurar así la
efectividad de la tarea conservacionista en el largo plazo.
Sostuvo
que la mejor forma de conservar es a través de la caza
deportiva, pues sólo ella puede proveer los recursos y el
interés necesarios para la protección de las especies, tanto de
las cazables como de las no cazables. De esta manera se otorga
el imprescindible valor económico a la conservación de la fauna
para darle así un aprovechamiento a nivel de uso sustentable.
Esto a su vez provee el incentivo para neutralizar las mayores
causas de su desaparición como son la extensión de los
asentamientos humanos, agrícolas, ganaderos o aprovechamientos
de los bosques y destrucción de los hábitats.
Es a través de la caza deportiva que se logra el manejo
sustentable de la fauna silvestre, utilizando la fijación de
cuotas, cupos o licencias de caza, que se otorgan en directa
relación con sus existencias poblacionales. Esta es una
alternativa mucho más eficaz que la prohibición de la caza, que
aleja la presencia vigilante del cazador deportivo dejando libre
la acción a la caza furtiva y a las indiscriminadas matanzas
comerciales.
La caza deportiva, en cambio, genera actividad económica antes,
durante y después de realizarse, lo que provee fuentes de
trabajo y recursos a muchos sectores, creando también interés de
conservación en los pobladores locales.
Guiado por estos principios,
el Safari Club Internacional ha financiado importantes programas
de conservación y tiene una presencia activa en todas las
conferencias y reuniones internacionales sobre el tema, a las
cuales asiste regularmente proveyendo de información actualizada
y práctica a organismos como CITES (Convención Internacional
sobre Tráfico y Comercio de Especies en Peligro de Extinción) y
UICN (Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza).
Un acontecimiento fundamental
que lleva adelante el SCI es la Convención Anual que tiene lugar
a fines de enero en la ciudad de Reno, en el Estado de Nevada,
Estados Unidos. Allí se reúnen año tras año más de 20 mil
asistentes y más de dos mil expositores con sus respectivos “stands”
o “booths”. Cazadores profesionales y outfitters de todo el
mundo ofrecen información sobre las oportunidades de caza así
como también lo hacen fabricantes de todo tipo de armas y
municiones, taxidermistas, fabricantes de elementos ópticos, de
recarga, vestimenta y equipos, cuchillería, objetos de arte y
joyería, calzado, publicaciones y videos. No existe otra
oportunidad igual en el mundo en donde, en cuatro días, se
posibilite un encuentro entre aficionados a la caza deportiva y
la conservación y los profesionales de diferentes industrias que
hacen a esta actividad.
La magnitud e importancia de
esta convención resulta difícilmente comprensible para aquellos
que aún no han tenido la oportunidad de concurrir, hecho este
que se realza por la realización de una importante cantidad de
seminarios en los que se exponen los temas vinculados a la caza
deportiva y al conservacionismo. Asimismo se efectúan remates de
generosas donaciones cuyo producido provee de recursos para la
realización de acciones de conservación. También se desarrollan
banquetes nocturnos con importantes disertantes que pueden ser
autoridades gubernamentales del poder ejecutivo y legislativo de
diversos países, así como líderes internacionales en materia de
educación y conservación de todo el mundo. Para la ocasión, se
otorgan además, importantes premios que reconocen los méritos de
la caza deportiva y conservacionista en todo el mundo.
Otros instrumentos importantes
con los que cuenta el SCI son las publicaciones tales como
“Safari Magazine”, revista de publicación bimensual que
constituye una mina de información sobre la caza deportiva y el
“Safari Times”, publicado mensualmente con los datos
actualizados sobre temas de interés para los cazadores. Otro
programa del Safari Club Internacional es la publicación del
único registro internacional de trofeos que abarca a todos los
animales silvestres del mundo, denominado “Record Book of Trophy
Animals” cuyo prestigio y contenido es mundialmente reconocido y
crece día a día.
El sistema de medición del SCI
fue desarrollado por su fundador y presidente C. J. Mc Elroy en
1977 y es utilizado para la inscripción y registro de los
trofeos obtenidos por los socios del SCI, tanto en el “Record
Book”, como en los diversos programas de premios especiales (“awards”).
Con posterioridad a su creación se le han efectuado diversas
modificaciones, habiéndose logrado un sistema coherente bajo
cuyas reglas objetivas trofeos de todas partes del mundo pueden
ser medidos y registrados.
Cabe citar una frase del
famoso presidente y cazador y conservacionista Teodoro
Roosevelt: “La sola cantidad de animales cazados indica poco con
respecto a la capacidad de un cazador y prácticamente nada con
respecto al interés o valor de lo que ha logrado”.
Por ello e insistiendo en la
importancia de los principios de la ética con respecto a la caza
deportiva y como complemento de ese espíritu, el sistema de
registro de trofeos tiene como objeto, precisamente, estimular
al cazador para efectuar una cacería selectiva y ética buscando
siempre la excelencia para lograr los mejores trofeos que
califiquen para su registro en el “Record Book”. Saber juzgar a
cada animal de acuerdo a las características propias de su
sistema, saber apreciarlos, saber valorarlos, todo ello coincide
con el interés de la cacería conservacionista y ética, puesto
que en general los mejores trofeos se obtienen de animales
maduros que han finalizado la etapa reproductiva de su vida.
Esto contribuye al equilibrio con el hábitat tan necesario para
la subsistencia de los animales que se encuentran por el
contrario en la plenitud de su vida.
En materia de educación, el
SCI realiza una importante acción dedicada tanto a la juventud
como a aquellos que pueden convertirse en formadores de opinión.
Para ello, el SCI patrocina escuelas especializadas en impartir
estos conocimientos donde concurren también maestros que pueden
multiplicar la difusión de los mismos. Los cursos, tanto
teóricos como prácticos, tienen lugar en las escuelas y en el
campo abierto donde es posible tener vivencias sobre los
aspectos de la vida silvestre que son objeto de estudio.
En su sede central el SCI ha
construido un importante Museo Internacional de Vida Silvestre
(“International Wildlife Museum”), dicho museo fue inaugurado en
Tucson a comienzos de 1978. En él se reúne una importante
colección de taxidermias de cuerpo entero de las diferentes
especies de fauna silvestre del mundo. El museo está abierto al
público y se promueven las visitas de grupos de estudiantes de
diversos tipos de colegios e institutos de enseñanza.
Uno de los programas
destacables del SCI es el de los Safaris Sensoriales, mediante
el cual se pone en contacto a grupos de no videntes, o con
discapacidad visual, con taxidermias de animales silvestres,
logrando que a través de su sentido del tacto puedan aprender y
“verlos”. Este programa tiene un éxito enorme en todos aquellos
países y lugares donde se efectúa.
A través del programa
“Cazadores contra el hambre” el SCI promueve que los cazadores
deportivos entreguen cantidades importantes de carne
provenientes de sus cacerías para ser donada a hospitales,
asilos, escuelas u otras instituciones que proveen de alimentos
a gente o grupos necesitados.
El “Safari Care” es un
programa de asistencia de salud, lleva elementos necesarios para
la asistencia hospitalaria o medicinal a todas aquellas regiones
necesitadas. Tiene especial alcance en continentes tales como
Africa, Asia y también América. Otro programa creado en ese
sentido ha sido el de provisión de sillas de ruedas para un
número importante de discapacitados en todo el mundo,
especialmente para aquellos damnificados por las minas de tierra
colocadas en distintos conflictos.
Otro tema de importancia que
aborda el SCI es el de las relaciones con las autoridades
gubernamentales, tanto del poder ejecutivo como del legislativo.
En este sentido, a través de la organización central y de los
diversos Capítulos se lleva a cabo un importante contacto con
autoridades y legisladores para proveerlos de la información
necesaria para la sanción de las disposiciones más adecuadas
acordes al conservacionismo y a la caza deportiva. De igual
forma, se trata de evitar que sean sancionadas medidas de
efectos negativos o inconvenientes con respecto a estos temas.
Esto se relaciona también con las normas vinculadas a la
tenencia y comercio de armas, ya que se confunde muchas veces un
deseo de prevenir las acciones violentas y criminales que se
producen en este terreno con los derechos de los legítimos
tenedores de armas con fines de caza deportiva o de tiro en
polígonos, así como el de los coleccionistas de armas.
Se ha puntualizado
insistentemente que las acciones violentas (secuestros,
asesinatos, etcétera), se efectúan con armas que los criminales
obtienen en el mercado negro, no encontrándose en estos hechos
armas debidamente inscriptas en los Registros Nacionales de
Armas, tales como nuestro RENAR.
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